El Gran Faisán
A Fernando Arrabal
PERSONAJES
ERA,
mujer joven, bella.
TÁNATA,
mujer de edad.
Tanto ERA como
TÁNATA visten uniformes y cascos militares, no llevan armas.
THE
KING, hombre de 30 años, hiperactivo y delirante.
Viste unos
calzoncillos largos y una capa roja. Lleva una corona en la cabeza y un cetro
en la mano.
La acción se desarrolla
en un lugar en ruinas. En el fondo de la escena las ruinas rodean tres grandes
cajas de cartón. Dichas cajas tienen ventanas cubiertas por paños de cocina, y
una abertura de cara al público cubierta por tela roja aterciopelada. La caja
del centro tiene una chimenea que está cubierta de papel dorado. En el centro
del escenario y en primera fila hay un trono real y dos sillas de niño a cada
lado.
El escenario en
silencio durante unos segundos. Instantes después suenan tres despertadores,
uno después de otro, en cada caja de cartón. Más tarde se escuchan unos
bostezos exagerados en las dos cajas laterales. Tras los bostezos se apagan los
despertadores en esas dos cajas, sigue sonando el despertador en la caja
central. De las cajas laterales aparecen ERA y TÁNATA. ERA de la caja derecha,
TÁNATA de la izquierda.
ERA. -(Se despereza
de forma exagerada y comienza a corretear por el escenario haciendo diferentes
ejercicios gimnásticos.)
¡Arriba, hermana! ¡Hay que calentar los músculos! ¡Hoy es el gran día!
¡Cumplamos nuestro objetivo!
TÁNATA -(Le sigue sin energía,
adormilada y reproduciendo sin interés y torpemente los ejercicios que realiza
ERA.)
Me tiene envidia. Me tiene envidia. Me tiene envidia. (Dice susurrando y dirigiéndose al
público.)
ERA. – Uno, dos, uno, dos, uno dos (continúan
ejercitándose). (Con brío) ¡La
Naturaleza nos ama! ¡Estamos vivitas y coleando y hay que darle al mundo toda
la energía que tenemos! ¡Y más aún! (ERA
y TÁNATA finalizan sus ejercicios. Después, con la mano en el pecho y mirando
al horizonte, entonan un cántico militar. TÁNATA canta con poco entusiasmo.)
ERA Y TÁNATA. – (A coro.)
Desde las montañas de Moctezuma
Hasta las tierras perdidas de nuestros padres;
Nosotras lucharemos en las batallas
Por el aire, la tierra y el mar.
Llevaremos hasta los confines el honor,
El pueblo fantasma ya grita nuestras hazañas.
Pelearemos por nuestro gran Rey…
(Durante
la marcha, THE KING grita desde la caja central y apaga su despertador.)
THE KING. -¡Apaguen esa música odiosa! ¡Déjenme dormir!
(El
cántico militar se interrumpe y ERA y TÁNATA van sigilosamente hasta esa caja
central, se arrodillan antes de llegar y reptan hasta que introducen la cabeza,
una en cada lado, por la puerta simulada con tela roja. THE KING comienza a
roncar y ellas hablan con la cabeza dentro de la caja y en voz muy alta.)
ERA. –(Entusiasmada.) ¡Deberíamos
despertar a nuestro Rey! ¡Quedan seis minutos para la visita!
TÁNATA. –(Con tono lastimero). Ah,
sí, la gran visita. La que hemos esperados durante diez años. Ningún paciente
durante diez años y de repente uno en la lista. ¡Despertémosle entonces!
ERA. -(En voz baja, casi
susurrando.) Señor, mi señor, despierte, despierte, despierte, que la
alondra ya está en lo más alto del campanario, el grillo ha cacareado y la
serpiente se muerde la cola.
THE KING. -(Muy enfadado y con voz
atronadora.) ¡Qué majadería es esta! ¡Las once de la mañana y vosotras, todo
mi ejército, ya disparando los fusiles!
(ERA
y TÁNATA sacan rápidamente sus cabezas de la caja y se arrodillan ante la
puerta, esperando la salida de THE KING. THE KING aparece en escena. Sale de su
caja. Bendice a ERA y TÁNATA, y continúa caminando por el escenario, en
diferentes direcciones mientras saluda a derecha e izquierda, como si una
cantidad de súbditos estuviesen también arrodillados. Va preguntado.)
¿Qué tal se encuentra su familia? ¡Vaya, por Dios, no debería regalarme
su liga señorita, qué indecencia a estas horas! Sea usted bendecido, panadero.
Buenos días tenga señor ingeniero, ¿cómo va la construcción de la gran muralla
china? ¡Qué flores tan estrambóticas lleva usted en su tocado! Gracias,
gracias. No es para tanto, joven. ¡No soy ningún niño, conozco la historia del
mundo! ¡Un gorila!
(ERA
y TÁNATA, hacia el final de los saludos de THE KING se arrastran arrodilladas
detrás de él. THE KING se gira a ellas, tras los saludos.)
¡Pero bueno! (THE KING sorprendido
y aterrorizado) ¿Quiénes son estos leones que me siguen? ¡Están
hambrientos! ¡Seguro que me quieren comer y destripar mis manos de rey, y mi
cara de emperador, y mis labios de pitiminí, y todos mis pies que sangran como
sangraron los del único dios! ¡ERA! ¡TÁNATA! ¿Dónde estáis? ¡Van a matarme!
¡Unos leones van a matarme!
(ERA
y TÁNATA se levantan apresuradas, con más agilidad ERA que TÁNATA, y saludan
militarmente al Rey.)
ERA- ¡ERA para servirle!
TÁNATA- ¡TÁNATA para mortificarle!
ERA y TÁNATA -(A la vez.) ¡Siempre
a su lado y luchando por su vida en este mundo sin vida!
ERA - ¡Prestas a practicar la psicología en el hombre moderno!
TÁNATA -¡Preparadas para la extracción de la piedra de la locura!
THE KING- (Abrazándose a ERA y
TÁNATA, como si las hubiera visto por primera vez, aunque luego, tras ser
consciente de su acto, adoptando su pose real y distante y repudiándolas.) Ah,
vaya. Creía que no iban a librarme de los leones. Con este cetro mismo he roto
sus largos dientes y con sus colas he hilado yo mismo esta capa que me
contempla. Llegan tarde. Espero que me obedezcan cuando las necesite, sino
habrá palos (agita su cetro.) Ya de
buena mañana he tenido que hacer frente a esas dos bestias. Más vale que tengan
que decirme algo importante, ¿qué desean?
ERA- (Entusiasmada.) Señor,
hoy es el primer día del año diez en el mundo. Estamos de celebración. Y tiene
visita. Su paciente. El único en estos últimos años…
TÁNATA- (Saca del bolsillo de su
pantalón un papelito y lee solemnemente, como si fuese un mensajero real.) Visita
del paciente que toma por nombre G. en primera instancia, a las 11.06 minutos.
Cuadro general: psicología débil del hombre antiguo, antes de la destrucción y
la desaparición del mundo. Necesidades: sesión real de psicoanálisis. (Guarda el papel en su bolsillo.)
THE KING. -¡Por todos los diablos! Ocupemos pronto nuestros sillones y
pasemos consulta.
(Los
tres se dirigen al trono y a las dos sillas corriendo. THE KING se sienta en el
trono real. TÁNATA se sienta exhausta en su silla a la izquierda. ERA realiza
diferentes ejercicios hasta que ocupa la silla a la derecha.)
Querida TÁNATA, ya puede llamar a consulta.
TÁNATA- (Solemne.) Por orden
real, en el año diez de la nueva era, tras la gran catástrofe, ya puede pasar
el paciente número uno.
(Silencio.
ERA, TÁNATA y THE KING suspenden todo movimiento durante quince segundos.)
THE KING- (Sobresaltado,
dirigiéndose a ERA y TÁNATA indistintamente.) Qué barbaridad. ¡Cómo pasa el
tiempo! ¡Por dónde íbamos! Ah, sí. Habría que establecer contacto con los otros
reyes y príncipes de los demás países. En caso de que no quieran colaborar y
someterse a mi imperio entonces todo mi ejército, es decir, vosotras, actuaréis
sin compasión, entraréis por los conductos del subsuelo y por los túneles de
ventilación y exterminaréis a todos los ejércitos, luego traeréis a los
prisioneros y vigilaréis las fronteras. ¡Hay que tener controlados a esos
bárbaros del norte!
ERA- (Hablando ilusionada a TÁNATA.)
Y yo violaré a todos los soldados.
TÁNATA- (Dirigiéndose con rabia a
ERA.) Y después yo los pasaré a cuchillo y celebraremos una fiesta mientras
suena un réquiem de Mozart.
ERA- Y yo recordaré lo que he hecho y me excitaré y creeré que son
fantasmas y que están por aquí y por allá y continuaré con el mete-saca…
TÁNATA -¡Cientos de prisioneros en grilletes!
ERA –Cientos no, miles.
TÁNATA -¡Millones!
ERA -¡Un trillón de hombres!
THE KING -(Enfadado.) ¡Silencio! ¡Callen esas bocas! ¿Tenemos algún
paciente para hoy?
ERA –(Ríe.) No creo, mi señor.
(Dudando.) Ya no quedan hombres por
estas latitudes.
TÁNATA –La raza de los hombres se extinguió, ya sólo queda usted que
propiamente es un dios, y nosotras, que somos sus ángeles protectores.
(Silencio. Unos
segundos. Luego TÁNATA recuerda y busca desesperada en el bolsillo de su
pantalón y encuentra un papel.)
TÁNATA- (grita arrebatada.) ¡Achtung!
¡Achtung!
(Los
tres se levantan sobresaltados y corretean por la escena mientras se escucha
una sirena.)
THE KING- ¡Cuerpo a tierra!
(Los
tres se tumban en el suelo boca arriba, TÁNATA extrae de nuevo su papel.)
TÁNATA -(Desquiciada.) Visita
del paciente que denominaremos G. en primera instancia, a las 11.06 minutos.
Cuadro general: psicología débil del hombre antiguo, antes de la destrucción y
la desaparición del mundo. Necesidades: sesión real de psicoanálisis.
(Cuando
TÁNATA acaba de leer se levantan apresurados y vuelven a ocupar el sillón y sus
sillas. Aunque esta vez THE KING ocupa la silla de la izquierda, ERA el trono y
TÁNATA la derecha. Se dan cuenta y THE KING ordena con un gesto desbaratado que
vuelvan a intercambiar las posiciones. Finalmente todos ocupan los puestos que
originalmente les pertenecen.)
THE KING -Por orden real, ERA, le ordeno que haga pasar al paciente
denominado originalmente G.
ERA- (Se levanta y se dirige a la
parte derecha del escenario, de cara al público simula abrir una puerta. Una
vez abierta realiza unos gestos obscenos.)
THE KING -¡Haga entrar al paciente a la orden de ya! ¡Ya!
ERA- (Lanza unos besos. Más tarde,
cierra la puerta. Se arrodilla ante THE KING.) (Sensual.) No me haga nada. No me pegue, por favor, no lo haga.
(Ella
misma se azota. THE KING con su cetro realiza unos gestos nombrándole caballera.)
THE KING -Por la gracia que el único dios me concede cada día yo le
nombro caballera real de la corte del rey Arturo.
TÁNATA -(Se arrodilla junto a ella
también y comienza a retorcerse de dolor.) No lo haga, por los leones que
más quiera, no me coma, no me mate, no beba de mi sangre, no haga de este río
un mar, cuide mis dientes, deme de comer cada día, no consienta que el nuevo
mundo me atrape en sus garras, padre, si quiere le llamo padre. Padre, padre
nuestro, padrecito, mi pobre padre.
ERA –(Besando los pies de THE
KING.) Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, en
el cielo y en esta tierra…
THE KING- (La nombra con el cetro
también caballera real). Por la gracia que el único dios me concede cada
noche yo le nombro caballera real de la corte del mago Merlín. (Luego, muy enfadado.) ¡Ocupen sus
puestos, caballeras!
(Silencio.
Se escucha una radio antigua. En la radio un mensaje: “No salgan de sus casas.
La contaminación ha alcanzado el nivel alfa. Continúen en ellas. No realicen
actos que puedan considerarse extremos contra la supervivencia…” Se corta el
mensaje entre interferencias.)
THE KING- ¿Han escuchado? Me ha parecido que unos nudillos golpeaban la
puerta de una consulta.
ERA -(Suplicando a THE KING con
tono infantil.) ¿Voy a ver, papá? Déjame ver quién es. A lo mejor son los
científicos, que ya han encontrado una cura y podemos salir todos de casa.
TÁNATA -(Suplicando también a THE
KING con tono infantil.) ¿Puedo ir yo también a ver quién llama? Dicen que
no se puede ir por las calles porque hay toque de queda y quien sale allá
afuera muere por la radiación… Pero nuestros físicos ya lo habrán solucionado,
y será el lechero que trae galletas y leche fresca.
ERA -(Entusiasmada.) ¡Sí,
leche fresca! Como hace años que no vemos. Como hace siglos que no probamos.
TÁNATA -¡Desde el Big Bang!
ERA –(Llorando.) ¿Y nuestra
pobre madre? ¿Qué le pasó a nuestra pobre madre atómica?
(Silencio.
Durante unos segundos los tres con la vista perdida)
THE KING –(Como si despertase de
un sueño. Mira a derecha e izquierda y se levanta sobresaltado.) ¿Quiénes
son ustedes jovencitas? ¿Hace mucho tiempo que están aquí? ¿Un día? ¿Dos días?
¿Ocho años? ¿Acaso no deberían estar ya en la cama? ¿Sus padres no deberían
estar explicándoles un cuento?
ERA Y TÁNATA –(Al unísono. Se
levantan como un resorte y le saludan militarmente.) ¡ERA y TÁNATA para
servirle a usted y a la justa causa del imperio!
THE KING –(Se sienta en su trono.)
Pueden sentarse, soldados. (ERA y TÁNATA
toman asiento). Esto me recuerda el principio de los tiempos (pausa), cuando los faisanes aún lucían
sus plumas y comían grano (pausa), cuando los flamencos aún vestían sus abrigos
rosas…
TÁNATA -(Dirigiéndose al público.
Susurrando.) Cuando aún había uvas para guisar los faisanes y los
flamencos.
THE KING -(Condescendiente.) Amadas
hijas, hace ya varios años que vuestra madre murió por culpa de ese viejo mundo
elemental...
ERA –(Interrumpiendo. Dirigiéndose
a TÁNATA) El otro día soñé con un acelerador de partículas y una miga de
pan que llevaba un pájaro.
THE KING –(Sin hacer caso al
comentario, continúa.) En vuestras palabras veo esperanza, y confío en el
mundo futuro, en vuestras semillitas llenas de gracia que serán mis nietos. (Bendice con el cetro el vientre de ERA Y
TÁNATA.) Abramos la puerta. ¡Veamos si el gran faisán es apto para concebir
a mis ángeles!
(Los
tres se levantan y con pasos sigilosos se acercan a la puerta imaginaria. THE
KING abre lentamente la misma. Los tres se sorprenden al abrir la puerta y ver
al hipotético visitante, y después de mirarse nerviosamente entre ellos, THE
KING y TÁNATA ocupan a la carrera sus asientos. ERA se queda en la puerta y una
vez ellos se han sentado hace una reverencia al visitante).
ERA- Señor, el primer paciente en diez años ha venido a recibir su visita
en la corte.
TÁNATA- (Saca de nuevo el papelito
del bolsillo y lo lee sin decir nada. Luego, se levanta y se dirige al público,
en voz alta.) ¿Señor Godot? Ya puede pasar.
TELÓN RÁPIDO
Iván Humanes (Barcelona, 1976). Licenciado en Derecho. Ha publicado recientemente el libro de
relatos Los caníbales (Libros del
Innombrable, 2011). Además, el libro de relatos La memoria del laberinto
(CyH, 2005), la novela La emboscada
(InÉditor, 2010), y en coautoría el ensayo Malditos. La biblioteca olvidada
(Grafein, 2006) y 101 coños (Grafein, 2008). Relatos publicados en
antologías como A contratiempo
(Nemira, 2009) y El libro del voyeur
(Ediciones del viento, 2010). Colaborador de revistas literarias como Sibila, Literaturas.com, Revista de
Letras o Crítica (UAP). Visite su
Blog de Autor en: www.ivanhumanes.com.
Aquí puede descargar en formato pdf: El Gran Faisán - Iván Humanes
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