4/12/13

Maigret se divierte - Georges Simenon



En ocasiones, las aventuras del comisario Jules Maigret cambian de escenarios y perspectivas; sin duda algo necesario para mantener la vitalidad y variedad de las ochenta y pico de novelas que componen la saga. 

“En Maigret se divierte”, publicada originalmente con el título en francés “Maigret s’amuse” en 1956, el comisario se ve forzado a tomar unas vacaciones, su salud ya no es la de antes. Los preparativos para viajar con la señora Maigret naufragan y la pareja finalmente decide quedarse  en Paris en su apartamento en el Bulevard Richar Lenoir, pero eso sí, dando largas caminatas, comiendo fuera de casa, asistiendo a las funciones de cine o visitando a sus viejos amigos los Pardon, pero ante todo, alejándose estrictamente de su trabajo en la Policía Judicial.

Precisamente durante las vacaciones del comisario es encontrado  en el despacho de un importante médico, el doctor Jave,  mientras se encuentra ausente el cuerpo asesinado de su esposa. El caso tiene morbo y revuelo en los medios, el comisario Maigret con suma discreción lo sigue en las notas de los periódicos, con ansiedad se pregunta cómo se las estarán arreglando sus inspectores para resolver el asunto, en el que las sospechas se debaten entre el doctor Jave y el joven doctor Négrel que lo asiste. Pero la ansiedad pasa pronto, Maigret descubre una nueva perspectiva, una zona de confort que lo regocija, y es que comparte ahora la posición de los lectores, de la gente de la calle, del resto de ciudadanos, lo que sabe, lo que descubre, lo que conjetura no es más que las sobras de información que ofrece la prensa, las opiniones limitadas y subjetivas de los transeúntes y lectores. Maigret se divierte, se deja llevar y disfruta descubriendo cómo es el “mundo sin él” de seguir como cualquier otro  el caso, todo ello a pesar de los temores de la Señora Maigret que a cada momento teme verlo tomar su sombrero y su pipa y salir corriendo hasta su oficina en el Quai des Orfèvres.
Georges Simenon

Pero no ocurrirá, un par de notas anónimas (enviadas por algún ciudadano) alertarán a los inspectores de la P.J., la aparición de la prometida del doctor Négrel en el clímax de la novela despejará las sospechas del comisario, y en un memorable encuentro con ella en un bar, estos dos desconocidos tendrán un coloquio casual y exquisito, contemplando desde su lugar la luz encendida de la oficina del comisario mientras transcurren las entrevistas que resolverán el caso.

“Maigret se divierte”, es un magnífico ejemplo de la versatilidad de Simenon para adaptar al mayor de sus personajes el Comisario Jules Maigret, ante situaciones, escenarios y perspectivas que lo enriquecen, lo humanizan y lo hacen más rico y complejo, algo que sus lectores agradecemos y disfrutamos intensamente.

Germán Hernández



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