Un largo y venturoso viaje
No es
casual que Germán Hernández haya comenzado su libro de relatos citando a Julio
Cortázar. El escritor argentino decía siempre que en la novelas la victoria
podía ser por puntos, pero que en los relatos siempre había que ganar por ko. No
hay concesión posible cuando alguien quiere contar en pocos renglones lo que
podría narrar en miles de páginas. Germán consigue noquearnos en casi todos sus
relatos, y lo bueno es que recurre a distintas técnicas, a virajes inesperados,
a juegos de palabras y a una constante intención de rozar algunas de nuestras
emociones.
Este
es un libro que se va leyendo sin que casi seamos conscientes de que andamos
persiguiendo las letras del abecedario. Es hipnótico y sorprendente, valiente
en algunos de los temas que aborda y al mismo tiempo es un gran tablero que
propone todos los juegos literarios que queramos emprender más allá de lo que
tenemos delante.
Santiago Gil. Fotografía de Angel Medina. |
La
lectura no deja de ser más que un largo viaje. Los invito a que se adentren en La colina de los niños sin más equipaje que las propias ganas de seguir viajando a través de
las palabras. El destino es siempre un misterio, un final abierto que jamás
acaba. Por eso leemos. Para que la vida sea siempre un poco más larga.
Santiago Gil
Hay que leerlo !! felicitaciones, Germán.
ResponderEliminarGracias Nidia, ojalá que su lectura te sea placentera, abrazos!
Eliminar