Bernardo Montes de Oca es un encantador gigante de dos
metros, multifacético, incansable y andariego, escribir es apenas una de sus
vocaciones, hay gente así, buena para más de una cosa, como él. “La reina
Vishpla” es su primera obra impresa, once cuentos, bien compuestos, sobrios y
sólidos, la muy bien montada edición impresa tiene la particularidad de no
traer índice (¡ojo editor!).
El bicho urbano es el narrador y los y las protagonistas de
este libro, llevados a situaciones límite logran algo inusual en la narrativa
actual: la expiación y redención. No estamos diciendo que sean cuentos con
final feliz, sino que su autor ha sabido preservar la humanidad y dignidad sus
personajes cuando estos han llegado al extremo. Tal es caso de Sharon
transformada en reina guerrera en el texto homónimo del libro, o de Adriana
emergiendo de su propia prisión en “El encierro”; el homenaje a Julia en “La
sobreviviente del Cuá” y la generosa “ultima oportunidad” para Lito en “Eso que
dijo Albert Pike”; la determinación de Gerardo en el “Toro del miedo” para
domar todas las bestias de su cautiverio y la chica de “Existir en la red” que
pudo al fin perdonarse a sí misma.
Bernardo Montes de Oca |
Es un viaje hacia la entropía, a la restauración de los
cristales rotos que vuelven a su lugar, esa es la hermosa alegoría que en su
conjunto narran los textos de este libro.
Vale también destacar un texto algo solitario y divergente,
el cierre estupendo del libro con el relato “El estadístico” lleno a aciertos,
sutiles joyas, lúdico e inquietante, al mejor estilo de un Martín Levrero y la
picardía desde luego del autor.
Qué buen debut literario para Bernardo Montes de Oca, un
buen narrador que, por su magnanimidad, pone su marca en los relatos, y nos
regocija. A mi me devolvió la esperanza.
Germán Hernández
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