Escribo este homenaje a la vaca
y me despido
de la última vez que traspasaré
esta mueca batiente llamada puerta,
adiós
noble tenedor
humilde cuchara,
adiós para siempre a la cavidad
invisible que dejó mi cabeza,
adiós cristales rotos,
adiós amarillos cementerios amarillos
sobre los ladrillos pálidos del suelo,
digo,
hasta luego sin lágrimas
que broten de la cerradura,
adiós trapos, adiós,
dejo un trozo de pasto,
un poco de tierra violada amorosamente,
algunas flores y plantas débiles
dejo muchas señales
sin su significante…
… perdonen
(pero toda disciplina acurrucada
o llena de codicia
deja de servir a mi vaca
llena de rocío y dignidad
en las madrugadas)
por eso siempre tendré que regresar
a terminar otra vez y a despedirme,
otra vez,
pero un día como este
dejarán de creer en mis adioses,
confiadamente dejarán de esperarme,
encontrarán buenos motivos para odiarme
y mientras esto dure, podré permanecer
en su paisaje.
Pero mi vaca yacerá un día en un barranco
asimilada por un ejército de estómagos
y no quedará más que repartir
su dulce piel por las aceras.
A veces la dibujo, y sus ojos son temibles
como un espejo que no puede reflejarme,
otras veces, la recuerdo tibia, distante
entre potreros de flores venenosas.
Pero no importa una vaca entre todas las demás
(algunos la sodomizan
otros jalan de su rabo
otros beben la leche de sus ubres dolientes)
¿pues acaso estos muebles que ahora estoy acariciando
recordarán mis manos?
¿acaso no me dejará este asfalto partir como vine?
descansen en paz víctimas de mi frecuencia
adiós otra vez
Germán Hernández.
Estimado Germán: es un poema de una enorme fluidez, al principio, sentí un aire vallejeano, que se fue diluyendo. Me trajo a la memoria, la vaca de Lorca, aunque tu vaca no escapa a los cielos. Creo que un poema debe lograr eso: relaciones e interrelaciones entre la lectura y la memoria.
ResponderEliminarNo sé si estarás armando un nuevo poemario, pero ya hemos visto en este sitio algo de material reciente. Si es así, debo decir que promete bastante, y que es un paso adelante de tu otro libro.
ResponderEliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGermán:
ResponderEliminarEste texto tuyo debería ser adquirido por el Estado Hindú y colocado en carteles por toda la infinita extensión de la India a la vera de los caminos. Gran y sentido homenaje a tan bello ser que nos da puntualmente leche y sus derivados. Deberían prohibir la matanza de éstas para consumo de carne. No es un final noble para un ser que tanto nos da en vida.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
P.D. Hace unos años pasaron un video de unos vaqueros embistiendo con palas mecánicas a un grupo de vacas viejas para echarlas en fosas comunes y sepultarlas moribundas. Esa escena quedó grabada en mí como de las cosas más atroces que he visto contra el mundo animal.
Jajajaja! Está bueno ese anuncio en tu blog: yo tampoco leo La Nazi-on.
ResponderEliminarAbrazos,
Frank.
estimado amigo Gelman: de nuevo te agradesco el paso por mi blog, y la observacion que me hiciste, vieras amigo que la iniciativa, nace justamente de poder llegar a mas amantes de la poesia, que aun la internet, los blogs, les son lejanos. y les es mas facil un texto en papel y tinta.
ResponderEliminarde una forma muy modesta, una persona muy especial en mi vida, sera quien me ayude, a poner por escrito el poemario, gracias a su pequeña imprenta,. y a su disposicion para conmigo, de esta manera amigo, pretendo abrir nuevas puertas, nuevas ventanas, ..y llegar a toda esa gente humilde, y valiosa que espero.
te agradesco el comentario, ni molesto, ni odioso, simplemente en honesta amistad, te lo agradesco.
por cierto amigo que buen poema...
Queridos amigos:
ResponderEliminarCristian, me halaga tu comentario, porque viene de alguien que cuando dice Vallejo o Lorca es por que los ha devorado una y otra vez y hablas con entera propiedad. Por eso con mucha más razón me sonroja tu observación y alegra que en este poema se den tan graves e inesperados encuentros...
Frank, siempre elocuente en tus comentarios, gracias por pasar y confirmar ese misterio donde el poeta debe callarse para que el texto cobre vida propia.
Querido Gustavo, me tientas y ¿por qué no? te lo he dicho, cuando escribo poesía me siento un intruso, mi relación con ella es tan informal, tan oportunista a veces que siento que me aprovecho de ella sin darle nada a cambio... pero no puedo imaginar el día que la abandone definitivamente a ella la más incondicional de todas las amantes.
Guisela: Gracias por tu visita, comprendo perfectamente lo que me dices y por eso siempre seré implacable contigo, pero sólo por que aprecio la autenticidad de tu propósito que has convertido también en una misión....
A todos y todas gracias como siempre.
me apena escribir en una entrada que ya parece cerrada, pero es un gran poema y no podía irme sin decirlo...
ResponderEliminar(tampoco pude evitar pensar en PF)