El disco maldito, el que en su momento desconcertó a la
crítica y a los seguidores, su primera y última irrupción en la psicodelia. Su
lanzamiento no pudo ser en el peor momento, 1967, tendría que abrirse paso bajo
la sombra del “Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band”, y a la saga de los
emergentes Pink Floyd con “The Piper at the Gate of Down”. Pongámosle también
que eran malos días para los chicos de la banda, el sexo, las drogas y el rock &
roll pasan factura y se la pasaban entre la onírica inspiración y los
tribunales, por lo que apenas y se juntó alguna vez la banda en las sesiones de
grabación para el disco, el cual es una proeza de corte y confección para los
productores y técnicos de sonido que lo tuvieron que armar.
Y con todo, por mucho es el disco que más quiero y disfruto
de sus majestades satánicas. Inolvidable siempre su "She's a Raimbow".
Germán Hernández.
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