Diputado Ottón Solís Fallas |
"El gallo de pelea es genéticamente hecho; lo hizo Dios, o la
evolución, o Darwin o la naturaleza para pelear.” Diputado Ottón Solís Fallas (En
La Nación).
“El proyecto de ley tal como está, prohíbe la crianza, hibridación y
otras, y eso significa exterminar los gallos de pelea, porque estos animales
son hechos para pelear. Es único entre los animales, los perros son creados
genéticamente, por eso detesto las peleas de perros. Hay perros o toros que
pelean, pero lo hacen por sexo o por hambre. El gallo de pelea sí lo hace
naturalmente, los pollitos a los tres meses ya pelean. Yo he visto decenas o
miles de peleas de gallos. Eso sí me opongo a las peleas de gallos donde
existen apuestas” Diputado Ottón Solís Fallas (En
Diario Extra).
Relativo al debate en el plenario
Legislativo del proyecto de “Ley de Bienestar Animal” que penaliza la crueldad
hacia los animales, el pasado jueves 31 de abril, el diputado Ottón Solís Fallas (El
del partido del cambio y paladín de la ética), manifestó que el no votará a
favor de dicha ley, pues prohíbe y penaliza la crianza y las peleas de gallos y
que por ello estarían en peligro de extinción.
El diputado argumenta que estos
animales están genética y naturalmente dispuestos a pelear, es su destino, es
la voluntad de Dios o de Darwin (supongo que lo dice así para que sin importar la
confesionalidad de cada quien, quedar bien con todos).
Además, nos advierte que estas
criaturas desde que son pollitos pelean, es su predisposición. Por eso, según
Ottón Solís Fallas, (Como si fuera un doctor en teología tomista considera que) prohibir
la crianza y las peleas de estos animales va contra natura, y es condenarlos a
la extinción, de verdad que nos conmueve la cínica sensibilidad ambiental del
diputado.
Y afirma, como argumento de
autoridad y juicio de experto que él ha visto miles de peleas de gallos, y con
moralina barata señala que él a lo único que se opone es a que en dichas peleas
se realicen apuestas.
Hay cosas que el diputado no
dice, por ejemplo, que estos animales son cuidadosamente seleccionados por sus
criadores, reciben cuidados muy especiales y hasta los entrenan, el principal
incentivo de esto es lucrar al venderlos o ganar en las apuestas y el mórbido
placer que les produce al ver a estos animales matarse entre sí, los gallos no
nacieron con navajas en sus espolones, estas navajas se las ponen los galleros
para que los animales “natural y genéticamente” se apuñalen y se destrocen
hasta la muerte.
Espuelas para que los gallos se apuñalen y se maten entre sí teológica y darwinianamente según el diputado Ottón Solís Fallas. |
Pero claro, seguramente yo digo
estas cosas por ser un tonto citadino que no entiende nada sobre la vida rural
y campesina, y tampoco entiendo nada sobre el "valor artístico", y el "patrimonio cultural" y la "identidad de los pueblos" que disfrutan y lucran con
estos inofensivos y lúdicos espectáculos como son poner a dos animales a pelear
a muerte y hacerse pedazos. Y seguramente tampoco entiendo nada sobre lo que la
acción humana le hace a la biodiversidad en la tierra y cómo la amenaza.
Pregunta estúpida: ¿No es cierto que los gallos de pelea son aves domesticadas?
¿Se pelearían a muerte si fueran aves silvestres?
¡Pero sorpresa! Desde 1922 en
Costa Rica las peleas de gallos están prohibidas, la ley persigue estas
actividades y las sanciona, por ello toda instalación y actividad relativa a
las peleas de gallos es clandestina e ilegal, y resulta que Ottón Solís Fallas ahora
paladín y defensor de las especies en peligro de extinción amenazadas según él por
proyectos de ley como “Ley de Bienestar Animal” ha participado en decenas, en
miles de estos espectáculos ilegales, y al no denunciarlos encubre a los
perpetradores de estas actividades ilícitas, por lo que se ha hecho cómplice de
ellos que si bien no son “delitos” sí son contravenciones, me pregunto
estúpidamente: ¿Qué será lo que dice el código de ética de su par-tido,
caballito de batalla del diputado Ottón Solís sobre su confeso accionar? Supongo
que tal vez haría bien en hacer lo propio como indica su iniciativa de ley
estrella: C.E.R.R.A.R. (la boquita), y renunciar.
Germán Hernández
Y aquí la obra de Dios o de Darwin al final de una divertida y lucrativa jornada. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu signo