3/4/16

Ottón Solís, y su ridícula defensa de las especies en peligro de extinción

Diputado Ottón Solís Fallas


"El gallo de pelea es genéticamente hecho; lo hizo Dios, o la evolución, o Darwin o la naturaleza para pelear.” Diputado Ottón Solís Fallas (En La Nación).

“El proyecto de ley tal como está, prohíbe la crianza, hibridación y otras, y eso significa exterminar los gallos de pelea, porque estos animales son hechos para pelear. Es único entre los animales, los perros son creados genéticamente, por eso detesto las peleas de perros. Hay perros o toros que pelean, pero lo hacen por sexo o por hambre. El gallo de pelea sí lo hace naturalmente, los pollitos a los tres meses ya pelean. Yo he visto decenas o miles de peleas de gallos. Eso sí me opongo a las peleas de gallos donde existen apuestas” Diputado Ottón Solís Fallas (En Diario Extra).

Relativo al debate en el plenario Legislativo del proyecto de “Ley de Bienestar Animal” que penaliza la crueldad hacia los animales, el pasado jueves 31 de abril, el diputado Ottón Solís Fallas (El del partido del cambio y paladín de la ética), manifestó que el no votará a favor de dicha ley, pues prohíbe y penaliza la crianza y las peleas de gallos y que por ello estarían en peligro de extinción.

El diputado argumenta que estos animales están genética y naturalmente dispuestos a pelear, es su destino, es la voluntad de Dios o de Darwin (supongo que lo dice así para que sin importar la confesionalidad de cada quien, quedar bien con todos).

Además, nos advierte que estas criaturas desde que son pollitos pelean, es su predisposición. Por eso, según Ottón Solís Fallas, (Como si fuera un doctor en teología tomista considera que) prohibir la crianza y las peleas de estos animales va contra natura, y es condenarlos a la extinción, de verdad que nos conmueve la cínica sensibilidad ambiental del diputado.

Y afirma, como argumento de autoridad y juicio de experto que él ha visto miles de peleas de gallos, y con moralina barata señala que él a lo único que se opone es a que en dichas peleas se realicen apuestas.

Hay cosas que el diputado no dice, por ejemplo, que estos animales son cuidadosamente seleccionados por sus criadores, reciben cuidados muy especiales y hasta los entrenan, el principal incentivo de esto es lucrar al venderlos o ganar en las apuestas y el mórbido placer que les produce al ver a estos animales matarse entre sí, los gallos no nacieron con navajas en sus espolones, estas navajas se las ponen los galleros para que los animales “natural y genéticamente” se apuñalen y se destrocen hasta la muerte.
 
Espuelas para que los gallos se apuñalen y se maten entre sí
teológica y darwinianamente según el diputado Ottón Solís Fallas.
Pero claro, seguramente yo digo estas cosas por ser un tonto citadino que no entiende nada sobre la vida rural y campesina, y tampoco entiendo nada sobre el "valor artístico", y el "patrimonio cultural" y la "identidad de los pueblos" que disfrutan y lucran con estos inofensivos y lúdicos espectáculos como son poner a dos animales a pelear a muerte y hacerse pedazos. Y seguramente tampoco entiendo nada sobre lo que la acción humana le hace a la biodiversidad en la tierra y cómo la amenaza. Pregunta estúpida: ¿No es cierto que los gallos de pelea son aves domesticadas? ¿Se pelearían a muerte si fueran aves silvestres?

¡Pero sorpresa! Desde 1922 en Costa Rica las peleas de gallos están prohibidas, la ley persigue estas actividades y las sanciona, por ello toda instalación y actividad relativa a las peleas de gallos es clandestina e ilegal, y resulta que Ottón Solís Fallas ahora paladín y defensor de las especies en peligro de extinción amenazadas según él por proyectos de ley como “Ley de Bienestar Animal” ha participado en decenas, en miles de estos espectáculos ilegales, y al no denunciarlos encubre a los perpetradores de estas actividades ilícitas, por lo que se ha hecho cómplice de ellos que si bien no son “delitos” sí son contravenciones, me pregunto estúpidamente: ¿Qué será lo que dice el código de ética de su par-tido, caballito de batalla del diputado Ottón Solís sobre su confeso accionar? Supongo que tal vez haría bien en hacer lo propio como indica su iniciativa de ley estrella: C.E.R.R.A.R. (la boquita), y renunciar.


Germán Hernández

Y aquí la obra de Dios o de Darwin al final de una divertida y lucrativa jornada.


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