6/3/18

Paul Benavides – Apuntes para un náufrago




No entiendo esa poesía viscosa, recargada de imágenes, casi siempre aleatorias, arbitrarias. Parece más bien un juego de prestidigitación de palabras, como si bastara encontrar alguna clave combinatoria que las haga sonar bonito, aunque no digan nada.

Y es que es necedad, obsesión y horror al vacío la manera en que muchos poetas, como en este caso Paúl Benavides en su poemario “Apuntes para un náufrago” arman su poesía, atiborrando cada espacio de abalorios, de ripiosos colores y rimbombantes lentejuelas, como si con toda aquella parafernalia pudieran darle sostén a los reiterados tópicos de siempre: el “yo poeta” al que le pasan todas las cosas”, el que pierde la inocencia, el escribe el primer verso, el que recuerda la casa de los abuelos, el que estuvo en la izquierda, el que amó a la guerrillera, el que se emborrachó en las cantinas, el que viajó… eso es casi como intentar embellecer un raquítico arbolito de navidad.

No tengo nada que aplaudirle, no es ni lo mejor ni lo peor de su generación, tan solo un poco más de lo mismo, una poesía que se mantiene en la media.

Paúl Benavides


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Entre las linduras que encontramos en “Apuntes para un náufrago” podríamos mencionar la sobre adjetivación, pero en especial aquel recurso amateur de formar imágenes combinando palabras mediante la preposición “de”, o “del” no hay forma más sencilla de hacerlo, veamos estos ejemplos tomados al azar:

Selva cósmica de orugas de luna verde
Demonios del miedo
Daga de luz
El agrio despertar de la nada
El lento caminar de la tarde en el pozo del hambre
Dejarla caer en la tempestad de perros desbocados
Verdades de plomo

¡Son perfectamente intercambiables! Observe:

Selva cósmica de luna de orugas verdes
Daga de miedo
Demonios de luz
El agrio despertar de la tarde
El lento caminar de la nada
Dejarla caer en la tempestad de plomo
Verdades de perros desbocados

¡Intente su combinación!

Germán Hernández.


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