3/12/11

Bajo la Lluvia Dios no Existe - Warren Ulloa


Publicada este año 2011 por Uruk Editores, “Bajo la lluvia Dios no existe”, primera novela de Warren Ulloa, se ha convertido en pocos meses, en una obra que ha despertado la curiosidad (de la buena y de la mala) del público,  tanto del lector habitual como del que no lo es tanto, pero sin duda, lo más importante aquí, es que se ha vuelto de obligada interlocución en el medio literario  y ha sobrepasado la indiferencia promedio que es regla en nuestro “culto” país. En hora buena por Uruk Editores y por Ulloa.

Si en algún momento “El Emperador Tertuliano” de Rodolfo Arias se convirtió en la novela paradigma de los sectores burocráticos y de los intelectuales orgánicos desclasados, o bien “Los Dorados” de Sergio Muñoz vino a ser el modelo de la novela sobre la marginalidad social; de la misma manera la obra de Ulloa viene a ser la novela sobre la lumpenburguesía, y da lugar a unos personajes, escenarios y abordaje prácticamente inéditos en la literatura costarricense.

Permítanme citar la definición de lumpenburguesía que hace Roger Bartra:

“La lumpenburguesía  es una capa social parasitaria que se forma generalmente en torno a algunos sectores de la burguesía financiera y de la burguesía burocrática. La lumpenburguesía a diferencia de su contrapartida proletaria, vive suntuosamente a base de drenar ilegalmente una parte de la plusvalía acaparada por la burguesía. Está constituida por despojos de la aristocracia que aún cobran una especie de renta por sus títulos, burgueses arruinados que se mantienen gracias a la manipulación de intereses y viejas amistades y a la realización de negocios sucios que la burguesía “honorable” prefiere dejar en sus manos, estafadores de alto nivel, políticos venales que cobran por “servicios” prestados y “apoyos” comprados, políticos aventureros que se prestan a maniobras ilegales (incluyendo el asesinato), play boys incrustados en las altas esferas de la sociedad, modelos, bailarinas y actrices semi prostituidas y desplazadas, corredores de apuestas, propietarios de prostíbulos, etc. El amplio espectro de los elementos de la lumpenburguesía llega a colindar con ciertas esferas del lumpenproletariado, en el hampa organizada, la prostitución suntuosa y el juego.” (Diccionario de sociología marxista, Grijalbo. 1973)

Esta definición de lumpenburguesía, describe en buena medida el espacio en que se desarrollará “Bajo la lluvia Dios no existe”.

Pero debemos tener en cuenta que la novela no es un retrato de la realidad en que se inserta, no debemos olvidar que el narrador será un adolescente entre los 16 y 17 años, Berny, quien desde su subjetividad juzga e interpreta su mundo, lo asume y lo conoce de manera parcial y hasta ingenua, en el momento que inicia la novela, Berny no es más que un niño mimado, que vive con su madre divorciada y que ve ocasionalmente a su padre, la visión que tiene de ellos es casi una caricatura, no comprende el mundo de los adultos, se ve a sí mismo como una gran estrella del futbol 5 colegial, pero en el fondo, según él mismo, no es más que un “sobón”. Hasta que aparece Mabe, también hija de padres divorciados, una especie de lolita perversa, mentirosa patológica y manipuladora que interfiere en la vida de Berny.

Hay un tercer personaje, que es particularmente sombrío, en la trama de la narración es una especie de catalizador de la acción, Ratatás, quien no pertenece al mundo de Berny y Mabe, y quien al fin al cabo será la víctima sometida virilmente por Berny, y traicionado por Mabe.

Los personajes adultos, serán secundarios, los padres de Mabe: Agustín y Ofelia, los de Berny  Lorenzo y Fabiola y luego Eugenia la empleada doméstica en casa de Berny y Valeria, la misteriosa alcahueta y promotora de eventos. Todos ellos bajo la mirada de Berny serán apenas caricaturas, modelos de lo que más adelante Mabe y él acabarián convirtiéndose a no ser por el desenlace de la novela.

Por su estilo de vida y status socioeconómico, y teniendo todo a la mano, se lanzan al goce hedonista, incluso sin ninguna necesidad, casi como una travesura juvenil venden drogas en su colegio, y se van dando situaciones una tras otra en que se va construyendo la gran metáfora que gira en torno a esta novela: el miedo al compromiso y el miedo a crecer.


El Miedo al Compromiso y el Miedo a Crecer

Berny y Mabe, inician una relación irregular en la que Mabe controla todo encuentro y contacto, el rol de Berny es totalmente pasivo, y sin embargo el se cree “novio de Mabe” cuando el padre de Mabe: Agustín inicia una relación con Fabiola madre de Berny, este cree que ahora su “noviazgo” es incestuoso con su “hermanastra” Mabe, cree todas las mentiras de Mabe, como lo de la supuesta “custodia” que dictó un juez que obligaba a Mabe a vivir con su padre, cuando el lector riguroso sabe perfectamente que hasta un niño de 10 años puede elegir libremente con cuál de sus progenitores quiere convivir; luego la presunta pedofilia del padre de Mabe y hasta un supuesto intento de violación contra ella, pero lo cierto es que con su padre, Mabe tiene la libertad y los medios económicos para hacer lo que desee, manejar un automóvil del año y tramitar la licencia de conducir (¡sin necesidad de sacarse ni la foto!) entrar a los antros donde el dueño es amigo de papá y beber gratis, y es en uno de ellos donde Mabe con su doble moral profiere un memorable discurso sobre la decadencia de la sociedad costarricense. Hacia el final ya no es posible saber si el hastío de Mabe es auténtico o simplemente un desorden neuroquímico como advierte su madre. Hacia el final Berny, en un delirio “freaky” arma las piezas sueltas de su propia trama en una interpretación pueril y autojustificante.

Lo cierto es que ambos personajes están atravesando una crisis, están en el límite de su adolescencia y en el umbral de su mayoría de edad, el horizonte que vislumbran es el mundo de los adultos que desprecian, las obligaciones estereotipadas y los compromisos. Las “aventuras” de Mabe y Berny no deben ser juzgadas en sí mismas, si no por su falta de sentido y de propósito. Donde algunos han querido ver una denuncia llena de moralina sobre la “pérdida de valores” y una “juventud descarriada”, es en realidad una metáfora sobre el momento en que los hijos de papi deben decidir el resto de sus vidas, seguir sus pasos, ponerse serios y en este caso Berny y Mabe deciden no crecer, deciden no comprometerse, su futuro es ya una condena que no son capaces de aceptar.

“Bajo la lluvia Dios no Existe”, tiene la virtud de estar escrita en un ritmo vertiginoso y fluido que obliga a leerla de un tirón, recrea vívidamente y sin aspavientos el habla coloquial; en este sentido sólo le reprochamos al autor las innecesarias explicaciones sobre algunas palabras, las cuales se explican por sí mismas en el contexto de la narración, y algunas descripciones algo tiesas, como de catálogo, por ejemplo cuando describe la habitación de Mabe, pero estos lunares no desmerecen la totalidad de la obra; la sentimos emparentada con aquel genial cuento de Sartre “La infancia de un Jefe” o “Un mundo para Julios” de Brice Echenique, pero completamente singular y autónoma. Con esta novela Warren Ulloa da otro paso firme en su producción literaria, pero eso sí, lo compromete todavía más con sus lectores y futuros trabajos.


Germán Hernández

6 comentarios:

  1. Germán, me ha gustado mucho tu comentario pero discrepo en algunos detalles. Por ejemplo, me gustaría que me obsequiaras unas cuantas palabras sobre lo siguiente que has expresado:

    "Donde algunos han querido ver una denuncia llena de moralina sobre la “pérdida de valores” y una “juventud descarriada”, es en realidad una metáfora sobre el momento en que los hijos de papi deben decidir el resto de sus vidas..."

    No descarto del todo tu óptica, pero me gustaría saber por qué afirmás con certeza que no hay moralina y denuncia de pérdida de valores detrás del texto.

    En ese sentido yo veo el texto muy ambiguo y creo que opta por ambas cosas: una confesión de fracaso de proyecto de vida y una denuncia (con moralina) de la pérdida de valores.

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  2. Tienes razón Alex, como todo texto vivo, en la novela de Warren se dan todos esos elementos, consciente o inconscientemente, moralina también.

    Lo que quise advertir, es que quien lea esta novela únicamente en clave de moralina, entonces neutraliza la novela, "apague y vamonos". Cuando en efecto, la novela en cuestión es eso y muchas cosas más y que admite muchas lecturas desde diversas perspectivas, por eso intenté abordarla desde esa arista medio sociológica (lo del lumpen) y lo psicológico existencial (el miedo a crecer) por ahí va la cosa.

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  3. Germán, tu reseña de la novela de Ulloa cae muy bien después de varias que levitan en todas direcciones sin decir mucho.
    El abordaje que el autor hace de la realidad está muy bien, en especial en el uso de un léxico propio de los adolescentes. Coincido con vos en que a partir de ahora Ulloa le debe mejor pluma a los lectores que lo han apoyado.
    Aunque nos disguste el exceso de dosis a algunos, el realismo parece seguir siendo la estética que se lee más en Costa Rica, quizá porque la mayoría de los críticos y académicos lo promueven, a pesar de la necesidad e interés que alimentan otras corrientes también importantes.
    Regresando a tu reseña, no veo en Mabe ninguna "especie de Lolita".
    Saludos,

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  4. Gracias Haydée por tus comentarios. Me alegra saber que la reseña te fue de provecho. Y bueno, es verdad (yo tan condescendiente siempre) Mabe no es una lolita, es preferible dejarlo abierto, para no estereotiparla, en vista que es un personaje bastante más complejo.

    Yo comenté con el mismo Warren algo al respecto de algunas reseñas y comentarios a su libro, algunas me parecían puro sofismo. Pero vamos, en nuestro país la crítica literaria no ha pasado nunca de ser un comentario de solapa.

    Saludos, y bienvenida siempre

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  5. Germán, gracias por el tiempo invertido en la lectura de la novela y por haber tenido la gentileza de haberla reseñado, muy agradecido estoy con vos, espero lo que hayás disfrutado, un abrazo enorme viejo.

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  6. Faltaba más Warren!!!

    La leímos con gusto, inolvidable la fiesta de cumpleaños de Mabe, y al escribir, olvidate del lector, y olvidate de tus propias intenciones... y luego me cuenta

    Abrazote!!!

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