18/8/12

La frágil frontera


Si como dice el filósofo Herra “Las artes pueden dar un estatuto de ficción a lo horrendo, a lo insoportable, a lo feo y monstruoso... Transformados en ficciones artísticas, esos momentos desagradables se estructuran emocionalmente como algo lejano y que no me alcanza en el goce puramente estético más que como fantasía e irrealidad... Lo bello artístico es un artificio destinado a crear artefactos sustitutivos frente a parcelas angustiosas del mundo. Esta sustitución es perentoria y fracasa, puesto que frente a las fantasías ficcionales el mundo se impone en definitiva”[1]

 ¿Será por eso que amamos el sagrado y pequeñoburgués desayuno dominical leyendo La Nación S.A., creyendo que todo ocurre muy lejos, o ni eso, sólo ocurre sobre esas páginas del diario, o mejor, ni siquiera ocurre?

¿Será porque amamos esa realidad domada de los medios, la misma que se toma o se deja, a la que se le da un “like” o un “delete”?

Pues todo texto es ficción, un arreglo, un acomodo, ¿Acaso hay un criterio para discriminar entre los titulares y las vallas publicitarias, los noticieros, best sellers, conciertos de cámara, misas, plazas públicas? Todos son textos que hacen posible entrar y contemplar la realidad tan temida, sonreírle y regresar a salvo.

Quizá por eso nos sentamos en las butacas del cine sorbiendo gaseosas y rumeando palomitas, sinceramente agradecidos de que un héroe pueda resolverlo todo a balazos, y pueda destruir finalmente al temido monstruo que habita en nosotros antes  que salga de la pantalla y comience a disparar...

Germán Hernández


[1] Lo Bello y lo Monstruoso. Rafael Angel Herra.


5 comentarios:

  1. 100% de acuerdo, Germán. Todo texto es ficción, toda imagen es ficción, toda memoria es ficción y toda idea, todo sueño, toda fantasía personal de ojos abiertos es ficción. El nicho de la realidad es infinitamente reducido, tan pequeño como el presente inmediato. Vivimos en el reino de la ficción. Si no damos las luchas ahí primero, imaginándolas, como podremos saber como actuar cuando la fugaz realidad presente lo demande de nosotros.

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  2. Creo que ficción y realidad son dos caras de una misma moneda que muta al escribir. A veces es raro no trasladar algo vivido o escuchado al papel mientras escribimos.
    Leyendo Vivir para contarla, de García Márquez, me sorprendí.
    Saludos

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  3. Sí, todo texto es ficción: no solo las historias universales sino también la novela, el cuento, la crónica.

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  4. Apreciados Juan, Begoña, Sergio.

    Se valoran mucho sus comentarios.

    Me pregunto si habré caído sin darme cuenta en los excesos de los "idealistas alemanes" o bien, he mantenido esa frágil frontera que los oponía ante el positivismo.

    En todo caso, creo en la verdad de la ficción.

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  5. creo de modo firme que cada quien busca y crea el entorno de una fantasía en la que ansía vivir. Lo hace detrás de un televisor, de una butaca de cine, de un libro o de técnicas para adelgazar o verse mas bello (a). y así se la pasa, arrastrándose entre el fango de la cotidianidad, auscultando un poco de adrenalina para enajenarse de su vana presencia en este mundo.

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