24/3/11

Encuentro con el Señor - William Garbanzo




 Encuentro con el Señor.
  

- Bueno, Roselena siempre ha sido media chiflada; pero no voy a hablar mal de ella, pues desde hace dos años es mi esposa.

- Tenés razón, colega pensionado!
 
Es Él, el señor Jesucristo, lo vi anoche en sueños. Él mismo que me protegía de los sátiros y mariguanos en la calle que iba a la escuela .Él que me ha perdonado y me acepta como su hija, como su oveja vuelta al rebaño.

Por suerte, Rodolfo y yo fuimos a Golfito en diciembre y compramos esta lavadora que lava más rápido y mejor. Así me voy alistando  para ir a San José y encontrar al Señor.

 - Yo no me la trago, mi cuñada, que la conocí siendo puta, puta para turistas gringos, porque, con los ticos y nicas, nada, nada de nada, viene ahora que se metió a esa iglesia y parece otra, con su biblia y poniéndolo todo en manos del señor...

- No seas tan sácalas, Marielena, y deporsí nues problema de nosotras. Ellos en su casa, aunque sea a la par.

- Ah, mamá, el mundo es diferente ahora, no como cuando nos críamos allá en Candelaria de Pérez Zeledón.
 
 Él me decía “no faltes, es hoy 20 de agosto del 2002 en San José de Costa Rica. Claro es Él, mi Señor Jesucristo, Él que me perdonó los diez años que viví en la perdición. Él sabe que comencé en eso para pagar mis estudios de derecho en la  universidad, lástima que no terminé la carrera por culpa de tantos fines de semana en Guanacaste, porque yo no quería ser como mi hermana que llegó hasta tercero y se metió a trabajar en esa fábrica de taiuaneses.
 
- Sí colega pensionado, la cosa es que desde ayer comencé a notar un poco rara a la doña, Yo la conozco muy bien, ella fue mi alumna en sexto grado,  conozco su vida y la de su familia. Sé por qué se metió en eso...

- Sí,  me lo has contado muchas veces, recuerdas cuando íbamos al Flamingo, al Brigit y a todos los naiclubs y siempre me hablabas de esa chiquilla.

- Y vos decías que me iba a quedar solterón.

- Marielena, Marielena, asómese, ya salió Roselena a coger el bus.

- Señor, respéteme, es cierto que este bus va muy cargado y todos vamos pegados, pero no se restriegue así…

- Yo te conozco...

- Ahora soy otra , el Señor me salvó. Él también puede salvarlo. Él lo ama.
 
En mis sueños vi la esquina de Monumental y el Banco Central con su bulevar lleno de viejos pensionados y ese cantante ciego que tiene esa linda voz, lástima que no la usa para alabar al Señor, que hasta podría devolverle el don de la vista.
 
- Necesito que me ayudes, después te explico cómo es  el asunto,  ahora vamos a la esquina de la antigua soda Palas, ahí dónde ahora está burgerquin y seguimos a Roselena.

- Qué raro, mamá, Rodolfo pidió un taxi, él que dice que para eso están los buses y que nunca piensa comprar carro.

- Y nuáse ni cinco minutos que salió Roselena.

El Señor me guiará, Él me  dio un aviso. Él es mi pastor entre los potreros de jaragua del mund , me hizo un llamado y aquí estoy entregada a Él en mis pensamientos y obras. Soy su sierva y Él dirá, él controla mi vida entera. Yo todo lo he puesto en sus santas manos.


- Allá va, allá va, cruzando frente al portón eléctrico del Banco Central.

- Sí, mantegamos la distancia, no sea que nos vea.
 
Siento que el Señor, mi señor Jesucristo guía mis pasos, siento una fuerza como la que derribó a Pablo en el camino de Damasco. El momento está próximo. Gracias mi señor.

¡Qué aroma más delicioso, es casi celestial, es un olor a rosas!
 
- Va para la plaza frente al correo, para dónde irá, si ella casi nunca camina en esa dirección, y va tan despacio, ella que siempre camina rápido.

- Mejor, así vemos las güilas, que cada día están más ricas.

- Así estaban antes, en 1970, sólo que ahora nos estamos haciendo viejos y las vemos más bonitas.

- No seas tan trágico, fijate bien, están más ricas ahora que en los años en que se tiraba confeti y nos hacíamos cada lance.

- Y esas jumas que nos pegábamos con el aguinaldo.

- Y con todas las putas del Herediano, del Casino, de la Terraza.

- Y del famosísimo Doce Quince, el reino de las mamadoras.

- Callate ya, y mirá, mirá...
 
Es Él, sí ese que está comprando el periódico, cómo deseo correr y abrazarlo, besarle los pies, para qué lo comprará si todo lo sabe, ah, no, es para pasar desapercibido, sí es Él, siento un temblor en todo mi cuerpo, no puede ser otro con ese rostro tan divino, ese pelo dorado brillante, algo precioso, muy alto, delgado, con pantalón corto y sandalias sin medias, con la cruz tatuada en el hombro derecho – para no olvidar que fue crucificado - tan exacto como lo he soñado, Señor, perdóname porque hasta he sentido deseos de la carne al soñar, son cosas , tentaciones del demonio que trata de volver a perderme, pero ahora soy tu sierva mi señor, ah, tan parecido a un gringo, Oh, Dios, un gringo, perdón Señor.
 
- Está mirando hacia dónde está aquel gringo hijueputa.

- No sea que quiere volver a... aaquello.
 
Señor, Señor, sí eres tú, lo sé, por tu eterna juventud, por esa  delgadez por esa mirada de preocupación y dolor por la humanidad, algo divino, pero mi señor Jesucristo por qué permites tanta maldad del demonio en la tierra, tú que eres el rey de reyes, no , no señor mi salvador, no son dudas, sólo pensamientos
 
- Ahora va siguiendo al gringo, se acerca.

- Lo toca, lo toca,

 Gracias Señor por este momento, sé que eres tú, al tocarte siento la fuerza divina, es como un  fuego que me recorre entera y estalla en toda mi piel, cómo un orgas..., no, no mi Señor, como entrar en la luz y ser la luz misma. Hueles a incienso, a paz, a perdón y vida nueva, oh, mi señor, me traspasas con la mirada, me haces temblar de emoción y placer.
 
- Sí, lo toca , ¿estará loca?.

- El gringo se vuelve y la mira , la examina, pero , pero como que no le gustó.

- Seguro le parece muy vieja con sus treinta y cinco años.

- Esos solamente les gustan las chiquillas.
 
Está cumplido el mensaje divino, el llamado para encontrar a mi señor en las calles de San José de Costa Rica, comprendo que sólo me haya mirado un segundo, porque para el Señor un segundo es como mil años y mil años como un segundo. Este segundo llenará toda mi vida, hasta el día de mi muerte, aunque me habría gustado abrazarlo, besarlo, acariciarlo, llevarlo a mi casa para que me ayude a convertir a Rodolfo que es tan incrédulo, que todavía guarda libros del Ché Guevara y Lenin, pero el señor me ayudará, cómo voy a dudar de su inmenso poder.

 - Mirá, el gringo ese lleva una banderita de Israel en el salvequillo.

- Ya, vámonos, ya me pasó el susto, pensé que la doña quería volver a eso.

- Pero mirala, como va caminando, más despacio de la cuenta y parece que va rezando, algunos la miran y medio sonríen.

- Mejor vamos a la cantina aquella donde van los pensionados y nos tomamos un par de cervezas con boca de chicharrones.

 Sé que la gente que estaba a tu alrededor no te reconoció.  Piensan que eras un extranjero, sólo yo sé, porque lo has escrito en mi corazón, sé que eras  Jesús el Nazareno, de Nazareth, en persona, claro , por eso llevabas en el salveque la bandera de Israel, la del pueblo elegido, el pueblo al que Dios todo se lo permite ahora y siempre, a pesar de haberte matado, pero como tú  eres eterno.

Señor mío, tú sabes cuanto te amo, te amo sobre todas las cosas, te pido por la paz de cada corazón, de cada persona que forma la Humanidad. Yo me entrego a ti en mis actitudes , pensamientos y obras, soy tu sierva fiel a la que tu siempre vigilas y cuidas, a la que tu has limpiado y me darás el hijo que tanto quiero tener, porque ya perdonaste todos mis abortos del tiempo de mi perdición.

Hágase tu voluntad en mí, Señor.

18- setiembre-2002



William Garbanzo Vargas. Nació un 18.Noviembre de 1953 en el Valle de El General. Campesino descendiente directo de los primeros "colonizadores" generaleños.

Después de sobrevivir a  la dura infancia y adolescencia, se gradúa en el Liceo Unesco en 1971.
Por razones de miseria, ingresa al Magisterio Nacional y logra jubilarse casi 30 años después.

En el campo literario es cofundador del Taller Literario Pablo Neruda, en San Isidro de El General. Esto el 15 de noviembre de 1978. Así se inicia el Movimiento Literario Generaleño.

Ha publicado:

Poesía:

La violenta violación. Ediciones Zúñiga y Cabal. 1992.
Las piedras más sonoras. Lean y Editores. 2003.

Ensayo literario histórico:

500 años de encubrimiento. Serie Siembra. ANEP. 1992.

Y para no quedarnos con las ganas de conocer más, les dejamos una breve selección de 7 cuentos suyos para leer y descargar aquí: Encuentro con el Señor  y otros Cuentos - William Garganzo


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4 comentarios:

  1. Estimado Germán: Muy bueno el cuento de William, muy bueno también que lo traigás a la red.
    Un abrazo fraterno

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  2. Gracias por comentar Cristian.

    Y sí, yo también me siento muy contento de que William nos compartiera sus textos, es un narrador muy fino, muy crudo, espero que te descargues los cuentos, son 7 en total vale la pena.

    Un abrazo!

    Post Data: Y no dudes en recomendar o invitar a más narradores y narradoras, el espacio está abierto para todos

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  3. Impresionante el nivel de demencia a la que el fundamentalismo puede llevar. Fianemente narrado.

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  4. Demencial sin duda, y también me sorprende en este texto la crudeza y el sinismo con que se mira desde fuera esa locura...

    Personalmente creo que es un cuento particularmente notable.

    Abrazote!!!!

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