18/2/18

¿Dónde se esconden los cuentos? – Byron Espinoza



Recién hasta ahora estoy intuyendo el proyecto literario de Byron Espinoza, su extraña atracción por la literatura para niños, inspirada por ellos y devuelta a ellos. "¿Donde se esconden los cuentos?" no es un relato sobre el paraíso perdido, sino el que nunca fue. Es como si nos contarán la niñez que quisimos, cuando todavía no éramos tan dogmáticos, cuando éramos maleables como el oro, pero los orfebres eran este mundo.

Es también un “ars poética” declaración de principios, unas páginas que desde la espontaneidad intentan discretamente un quehacer, no un sistema, sino la experiencia de escribir.

Estos cuentos, novelados sutilmente como Las mil y una noches, los Cuentos de Cantherbury o el Decamerón, rompen la perspectiva lineal del narrador, hay narradores, los personajes se vuelven narradores y tejen historias, son niños contados por un adulto, que a través de ellos quiere contar como un niño.

Siempre me embelesan los textos de Espinoza, sus mentiras son hermosas, yo también quisiera creer que la infancia fue así. Yo también hubiera querido escribir textos como: “El cuento del que me habló Saul”, “El cuento de Saul”, “Lo que no entiendo”, “Otra triste historia de amor”, y ni que decir de “La otra gran pasión de papá” y “De la buena pluma del esqueleto”. Cierra esta novela-cuentario con la imagen más hermosa, pero no se las voy a decir, solo que es circular, como el círculo que Giotto dibujó en su currículo.
 
Byron Espinoza
Por cierto, esta es la primera incursión en narrativa de Espinoza, así que es también un debut.  Papás y Mamás, si tienen que comprar este texto porque venía en la lista de útiles de sus enanos, es mejor que lo lean, a lo mejor y no iba dirigido a ellos, sino a ustedes.


Germán Hernández.


2 comentarios:

  1. Felicitaciones Byron. Me encantará leer su libro. Un abrazo Lara Ríos.

    ResponderEliminar
  2. Una obra maestra de Espinoza, el primero en narrativa pero estoy seguro que no será el último, ya que su evolución como escritor crece como la espuma y no tiene techo.

    ResponderEliminar

Deja tu signo