25/10/11

Esqueleto de Oruga – Guillermo Barquero




Publicada en el 2010 por Ediciones Germinal. La segunda novela de Guillermo Barquero, es a mi modo de ver, la consagración de un estilo y una identidad narrativa. Con una frondosa obra narrativa publicada en menos de 10 años, Guillermo Barquero es el más maduro y acabado narrador de su generación.

Como una especie de modelo para armar, Esqueleto de Oruga va transcurriendo sin prisa, ofreciendo claves y referencias como herramientas perdidas u objetos olvidados deliberadamente, que como catalizadores, promueven una lectura asertiva y creadora, realmente no importa lo que sabemos sobre su protagonista Calero o aquello que creemos saber, tampoco importa lo que le ocurre, realmente sentimos que su autor nos invita a que seamos parte del proceso de invención y podamos inventarnos algo que llene el vacío.

Rocío y Calero, será el reverso de las grandes parejas latinoamericanas (Juan Pablo Castell y María Iribarne; Martín Santomé y Laura Avellaneda, Horacio Oliveira y la Maga) se dilata hacia la extrañeza como recurso narrativo, es decir, todo en Calero resulta extrañeza, desapego, la más fría y brutal racionalidad mecanicista, este personaje imposible, monstruoso precisamente por ser el más puro portador de los valores más apreciados de la modernidad, genera extrañeza, ni el manual de tapas rojas, ni el cuerpo de Rocío pueden generar la menor inspiración y sentido, cursan como objetos espaciales y oscuros que divagan por un universo sin propósito, incluso, la supuesta promiscuidad de Rocío nos arrasa por un sendero exasperante, nos hace preguntarnos ¿y tiene que ser realmente así, no es posible un instante de afectividad?.

Y esto en el lector tiene que generar angustia, debería apelar por el contenido que llena de finalidad sus propios actos, sus pequeñas hazañas cotidianas y sus anhelos colectivos, es decir, desayunar, pensar en comprar una casa, terminar la maestría… pero si realmente carecen de sentido, si todo se derrumba y se acaba y continúa entre la animalidad y el devenir… entonces Calero somos todos, pero sin los pretextos y los convencionalismos morales, ya lo dijimos, perfectamente racional, objetivo como un animal que examinamos en un vaso con formol, eso hemos sido.

Nota: Esta entrada fue editada y rectificada, pues erróneamente habíamos indicado que "Esqueleto de la Oruga" había sido galardonada en 2011 con el Premio Áncora en la rama de Novela. En efecto, el autor Guillermo Barquero fue galardonado y por partida doble, pero la novela reconocida fue Diluvio Universal. Pido disculpas al autor y a los tres lectores de este blog.

Germán Hernández

3 comentarios:

  1. Muy puntual, Germán. Calero es el personaje neo-kafkiano que tan bien has descrito. Guillermo sabe que su antihéroe es parte de todos nosotros.

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  2. Híjole, no sé cómo escribís reseñas tan puntuales, tomo nota para agarrar toques. Solo una corrección: esta novela no fue la que ganó el Áncora. Y poco importa: se le quiere de verdad :)

    Gracias por la atenta lectura.

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  3. Alex Y Guillermo: Pues bien, ojalá y tanta "puntualidad" de parte mía desate un poquito de entusiasmo y curiosidad hacia los lectores... esa es a fin de cuentas la intención...

    Guillermo... gracias por hacerme la observación sobre el galardón. Mea culpa, falta de rigor, bombetismo genético de parte mía... obligado a rectificar.

    Saludos!

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