Juan Carlos Mestre |
Memoria de la noche
Esta noche y no en otra noche más cercana o desnuda
voy a empezar a vivir
es que ha pasado un hombre alto como un eucalipto
y no soy yo
cuando pregunta por el dueño de las carnicerías
y entonces entra y clausura todas las sangres
y los clamores del mundo mugen tan gozosos
ya de la vida toda y de la muerte ninguna.
Esta noche y no en otra noche más doliente o profunda
voy a empezar a nacer
es que ha pasado un niño con más fusiles que risas
y no soy yo
cuando pregunta por el dueño del hambre
y la esperanza general de la tierra se conmueve
ya de venganza o de ira.
Esta noche y no en otra noche más triste y obscura
voy a empezar a creer
es que ha pasado una mujer parecida a mi madre
y yo también soy
cuando pregunta por mí y yo me reconozco
ya de dolor o vergüenza.
Esta noche y no en otra noche más cruel o suicida
voy a empezar a morir
es que me ha saludado el que me odia
y no soy yo
cuando pregunta mi oficio terrible de dulzura
y ya una bala me sueña.
Esta noche y no en otra noche más deseada y querida
voy a empezar a cantar
es que el silencio recorre mis cosas
y no soy yo
cuando se callan en el miedo las estrellas
ya sentencia o castigo.
Esta noche y no en otra noche más ciega y oculta
voy a aparecer de repente
es que a tantos han ido reduciendo a la sombra
que ni soy yo
cuando estábamos todos y ahora no existes
ya desolación y miseria.
Esta noche y no en otra noche más bella y sentida
voy a preguntar por el pan
es que ha pasado la muerte toda encendida de trigo
y no soy yo
cuando responde la lluvia cayendo en la nada
ya paciencia o trabajo.
Esta noche y no en otra noche más incierta o mentira
voy a confesarme del miedo
es que han encendido una hoguera
y soy también en la llama
cuando arde el deseo prohibido
ya diferencia o pecado.
Esta noche y no en otra noche más confiada y amiga
voy a rendirme con pena
es que una caricia me acusa
y no soy yo
cuando apuntan mi nombre en el aire
ya condenado o alegre.
Esta noche y no en otra noche más fría o ajena
voy a marcharme hacia siempre
es que nunca la muerte termina
y no soy yo
cuando maltratan el beso con ira
ya religión o fracaso.
Esta noche y no en otra noche más noche y eterna
voy a pensar que respiro
es que una palabra se ahoga en un libro
y no soy yo
cuando aplauden lo horrible del mundo
ya consagración o veneno.
Esta noche y no en otra noche más desolada y perdida
voy a escribir al tirano
es que pasa mi abuela con flores, con vida
y no soy yo
cuando llora vacía ante el cielo
ya letanía o milagro.
Esta noche y no en otra noche más escondida y lejana
voy a quedarme contigo
es que ocurre un monstruo en las selvas del alma
y no soy yo
cuando claman heridas y heridas
ya gobiernos o leyes.
Esta noche y todas las noches del día
voy a decirte mi amiga culpable
es que está pasando la vida
y yo no soy
cuando un hombre se sienta y nos habla
ya destrucción o poesía.
http://www.juancarlosmestre.com/
No he podido sacarme "Cavalo morto" de la cabeza. Lo repito y lo repito todo el día.
ResponderEliminarAyer fui a la presentación de su libro, y este mae volvió a dar cátedra de cómo se escribe, cómo se lee y hasta de cómo se firma un libro. Recitó y se hizo acompañar de un acordeón. Conversó y todo parecía un solo fluir, un solo texto poético. Su capacidad para la nostalgia e incluso para hacer reír son excepcionales, y como decís, su ternura hace que caigan todas las barreras del cinismo.
Lo de ayer no fue una lectura de poesía cualquiera, solamente, fue un concierto, un espectáculo.
Lástima que había muy poca gente, pues la mayoría seguro veía los partidos
Un abrazo.
Bello poema, pero no caí con los brazos abiertos en gesto de éxtasis. Imagino que tiene que ver con la estética a la que cada uno se apunta, y ésta, definitivamente, es la que más les llega a ustedes Guega y Asterión. Me alegro, sin más, que hayan tenido su pequeña gran epifanía. Es justo que todos la tengamos de vez en cuando.
ResponderEliminarGracias Aterión, Gracias Alex
ResponderEliminarCiertamente, fue tan sorprendente y refrescante escuchar a Juan Carlos Mestre, que me apresuré a rescatar ese instante.
Siento a veces una actitud tan negativa en nuestra poesía, un laconismo y una irreberencia tan gratuitos, sasonada de un seudo intelectualismo que sobrepasa las 20 lecturas.
Por eso me gustó la propuesta de Mestre, poesía para gente, no para poetas, y quiza, por eso siento a veces que los poetas actuales estamos encerrados entre círculos de fuego, que estamos impelidos a escribir, pero no a comunicar, ni a la construcción de diálogos, incluso, nuestra asficciante subjetividad suena a reproche y rabieta.
En fin, con los ojos bien abiertos, trataré en lo personal, e insto la misma actitud, a escuchar y comunicar.
Yo también he tenido la suerte de escuchar una de sus lecturas poéticas en Valencia en la Universidad y me parece de lo mejor.
ResponderEliminarCavolo Morto es un poema excelente. La Casa Roja es un libro que volveré a leer. Y la Tumba de Keats es para no perderselo.
Es un poeta que me imprecionó y me parece uno de los grandes poetas que tenemos.
Un saludo.
Mil Gracias Lola por tu atento comentario, desde Costa Rica nos alegra haber tenido este breve momento de comunión con el Maestro Juan Carlos Mestre.
ResponderEliminarLo que lamentamos, es el difícil acceso a su obra desde aquí.
Tuve la oportunidad de estar con él en Tortuguero y es realmente un persona impresionante. A mi parecer es uno de los mejores poetas españoles vivos junto a Antonio Colinas, Luis García Montero y Blanca Andreu. Todo una joya en este festival.
ResponderEliminarGracias por este buen poema del leonés JC Mestre. Un gusto estar aquí.
ResponderEliminarSaludos...
Muchas gracias Angel por tu comentario, y bienvenido siempre!!!!
ResponderEliminarPor cierto, bellísimo tu blog, para pasar muchas horas leyendo!!!!