En el marco de hechos reales: los homicidios del Psicópata,
misterioso asesino múltiple cuyo seguimiento mediático hizo alucinar a la población
en la década de los noventa del siglo pasado, el autor monta esta trama ficcional
de corte policiaco. En general se trata de una novela ligera y entretenida.
Pero, si lo que espera el lector es una detallada exploración hacia la mente asesina, o la minuciosa persecución de un culpable de los homicidios, donde los sabuesos del OIJ, a pie examinan evidencias, acosan sospechosos, es decir, haciendo su trabajo de calle, en eso la novela queda debiendo dentro del género negro, tendrá que conformarse con el resumen ejecutivo de los investigadores cuando se reúnen en sus despachos. Decepción.
Óscar Núñez Olivas |
En lo que la novela sí abunda es en idilios amorosos y cursis, y la subtrama en tono de parodia de unos periodistas, y el rotativo donde trabajan, relato paralelo que nunca se integra al núcleo de la novela.
No sé, creo que en la literatura costarricense nadie se ha tomado en serio la novela negra, ha sido más un recurso para decir otra cosa, por otro lado, la exigente técnica que obliga este género supone muchos sacrificios literarios, algo que sospecho los autores no han contemplado tampoco.