Bajo el acecho de lo inesperado
“Hay otros mundos pero están en éste”,
sentenciaba el poeta Paul Eluard. De eso, precisamente, tratan los cuentos de
este, el segundo libro de cuentos del narrador costarricense Germán Hernández
(San José, 1974). Por la ocurrencia de lo inesperado, la vida ordinaria nos
devuelve su carácter misterioso y profundo. Una de las muchas formas legítimas
de entender la poesía, es precisamente esa: la revelación de lo insondable que
acecha en lo cotidiano y más humilde.
En estos cuentos, personajes perfectamente
reconocibles de nuestro entorno social se confrontan con lo inesperado y, de ese modo, se transportan –y a los
lectores con ellos–, a una dimensión de la existencia que, por su intensidad, solo
podemos llamar “poética”. Pero,
atención: lo inesperado, en estos cuentos, no tiene relación con lo fantástico,
es decir, con otra dimensión que trastoque o subvierta lo que habitualmente
consideramos “real”. Lo inesperado ocurre por lo fortuito, aunque también puede
incorporar lo onírico. ¿Acaso alguien negará que soñamos, o que los sueños
hacen parte de nuestra existencia?
Rodrigo Soto |
Pero en todos los cuentos del volumen se
advierte un esmerado cuidado de lo formal, tanto en el dibujo de los
personajes, como en el manejo de las estructuras narrativas y, sobre todo, en
el trabajo de las palabras, el ritmo y el fraseo. Otro rasgo común a todos los
relatos es la deliberada omisión de los nombres
propios de los personajes. Este “anonimato”, sin embargo, dista de
restarle singuaridad y precisión al dibujo de los personajes, al que ya hicimos
referencia.
Germán Hernández confirma con este volumen que
hace parte del nutrido contingente de voces
que, desde hace algunos años, renueva y enriquece la literatura
centroamericana de inicios del siglo XXI.
Rodrigo Soto.
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