No, el título no hace referencia al ajedrez, sino al futbol (y
vaya que la selección griega masculina de fútbol sabe de eso). Esta novela de Márkaris
supone la segunda entrega de la saga del teniente Jaritos Kostas[1],
un policía honesto, perro de traba y obstinado en su trabajo, hombre
conservador, pragmático, de hogar, machista, misógino, racista, xenófobo, reaccionario,
en fin, un hijo del vecino, y por eso y por todo, Márkaris construye un
personaje auténtico, y al que finalmente podemos extender licencia a sus muchas
flaquezas, y conmovernos ante sus muchas fortalezas, que las tiene.
Nuestro detective griego vive y sufre en su Atenas
sofocante, que hiede a basura por la huelga de recolectores, que hiede peor por
los aguaceros de invierno, que hiede todavía más por las abrumadoras presas en
sus calles colapsadas, nada que ver con la Atenas turística y llena de
insondables reminiscencias a la filosofía y el origen de occidente, o sí.
Algo que nos llama la atención en las novelas de Márkaris,
es la manera descarada en que logra hacer coincidir las tramas y subtramas en
una cadena de coincidencias casi inverosímil, en el caso de esta novela el
muerto desenterrado por un terremoto en una isla del Egeo mientas Kostas
disfruta o sufre sus vacaciones estará directamente relacionado con el caso de
homicidio de un empresario ateniense que espera a la vuelta de sus vacaciones.
Eso sí, el autor sabe construir una trama negra con rigurosidad y sin decepcionar
a los lectores fanáticos del género.
Me cae mal Kostas, pero conmueve, amo su miedo a los
médicos, su pasión por los diccionarios y su devoción por su Fiat 131
Mirafiori, viejo gruñón que se vuelve osito de peluche ante su hija y los tomates
rellenos de su mujer; el súbito desenlace de esta novela nos obliga a seguir la
saga, no se le ocurra al autor dejarnos conformes con ese último párrafo de la
novela, canalla, cuando ya casi casi amábamos a su bruto detective.
Por otro lado, la maestría e intuición anticipatoria de
Márkaris en sus novelas son bofetadas al optimismo ingenuo. Defensa cerrada nos
obliga a pensar en lo inútil de un sistema que funciona bien.
Pétros Márkaris |
Si te interesa este libro, aquí te dejo un link para que lo
podás descargar y leer en formato epub: Defensa Cerrada - Petros Márkaris.
Germán Hernández.
[1] Defensa
cerrada, 1998 (Άμυνα ζώνης), Ediciones B, 2001; traducción de Ersi Marina
Samará Spiliotopulu; ISBN 84-666-0384-0, 978-84-666-0384-3 (reeditada por
Tusquets en 2008, ISBN 978-84-8383-109-0).
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