Esta novela, pudo haber sido sobre la última noche de
Raimundo Fonseca Vargas, y en cierta manera lo es, pero como subterfugio para
más bien contarnos su vida mediante el recurso del racconto, desde su origen
humilde, hijo de una madre soltera, y un padre abandónico y de la alta sociedad,
sufrirá los más crueles tratos del padrastro durante la infancia, pero su
enorme voluntad y notable inteligencia le abrirán el camino hacia el éxito,
descollará pronto como estudiante, joven abogado, y se abrirá paso entre la
aristocracia y desposará a una chica burguesa, encontrará el éxito en los
negocios y la política, una historia feliz de no haber sido por el hecho de que
su ambición lo volvió soberbio, no supo ser el padre amoroso de su primogénito
a quien escarneció como lo hizo el padrastro con él, y pese a todo, ese hijo,
lleno de resentimientos cuidará de él en su larga agonía devorado por el
cáncer, hasta la última y negra noche en blanco de su vida. Así más o menos es
la telenovelezca trama de esta obra, donde la excesiva tipificación de las
situaciones y personajes la vuelven obvia y predecible a cada página.
Abril Gordienko |
No se salva esta novela pese a la aleccionadora contraportada en que Anacristina Rossi la sitúa en el ámbito de la perspectiva de género, de cómo el patriarcado oprime y daña a los hombres y la dudosa necesidad del padre en la construcción de la masculinidad de los hijos, todo eso está bien, pero queda debiendo literariamente; el narrador omnisciente e intrusivo llega a ser molesto, sus ripiosos neologismos son insoportables, los juicios de valor inútiles, cuánto hubiera ganado el relato si se hubiera explotado más el monólogo interno de los personajes, si se hubieran desarrollado más las contradicciones entre el padre y el hijo que se vuelven secundarias con el culebrón biográfico.
Germán Hernández.
¿Desea escribir y publicar sus textos literarios o de otras materias correctamente y mejorarlos?Le ofrezco mis servicios de Taller literario, edición y corrección de textos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu signo