Publicada
este año 2011 por Uruk Editores, “Bajo la lluvia Dios no existe”, primera
novela de Warren Ulloa, se ha convertido en pocos meses, en una obra que ha
despertado la curiosidad (de la buena y de la mala) del público, tanto del lector habitual como del que no lo
es tanto, pero sin duda, lo más importante aquí, es que se ha vuelto de
obligada interlocución en el medio literario y ha sobrepasado la indiferencia promedio que
es regla en nuestro “culto” país. En hora buena por Uruk Editores y por Ulloa.
Si
en algún momento “El Emperador Tertuliano” de Rodolfo Arias se convirtió en la
novela paradigma de los sectores burocráticos y de los intelectuales orgánicos
desclasados, o bien “Los Dorados” de Sergio Muñoz vino a ser el modelo de la
novela sobre la marginalidad social; de la misma manera la obra de Ulloa viene
a ser la novela sobre la lumpenburguesía, y da lugar a unos personajes, escenarios
y abordaje prácticamente inéditos en la literatura costarricense.
Permítanme
citar la definición de lumpenburguesía que hace Roger Bartra:
“La lumpenburguesía es una capa
social parasitaria que se forma generalmente en torno a algunos sectores de la
burguesía financiera y de la burguesía burocrática. La lumpenburguesía a
diferencia de su contrapartida proletaria, vive suntuosamente a base de drenar
ilegalmente una parte de la plusvalía acaparada por la burguesía. Está
constituida por despojos de la aristocracia que aún cobran una especie de renta
por sus títulos, burgueses arruinados que se mantienen gracias a la manipulación
de intereses y viejas amistades y a la realización de negocios sucios que la
burguesía “honorable” prefiere dejar en sus manos, estafadores de alto nivel,
políticos venales que cobran por “servicios” prestados y “apoyos” comprados,
políticos aventureros que se prestan a maniobras ilegales (incluyendo el
asesinato), play boys incrustados en las altas esferas de la sociedad, modelos,
bailarinas y actrices semi prostituidas y desplazadas, corredores de apuestas,
propietarios de prostíbulos, etc. El amplio espectro de los elementos de la lumpenburguesía
llega a colindar con ciertas esferas del lumpenproletariado, en el hampa
organizada, la prostitución suntuosa y el juego.” (Diccionario de sociología
marxista, Grijalbo. 1973)
Esta
definición de lumpenburguesía, describe en buena medida el espacio en que se
desarrollará “Bajo la lluvia Dios no existe”.
Pero
debemos tener en cuenta que la novela no es un retrato de la realidad en que se
inserta, no debemos olvidar que el narrador será un adolescente entre los 16 y
17 años, Berny, quien desde su subjetividad juzga e interpreta su mundo, lo
asume y lo conoce de manera parcial y hasta ingenua, en el momento que inicia
la novela, Berny no es más que un niño mimado, que vive con su madre divorciada
y que ve ocasionalmente a su padre, la visión que tiene de ellos es casi una
caricatura, no comprende el mundo de los adultos, se ve a sí mismo como una
gran estrella del futbol 5 colegial, pero en el fondo, según él mismo, no es
más que un “sobón”. Hasta que aparece Mabe, también hija de padres divorciados,
una especie de lolita perversa, mentirosa patológica y manipuladora que
interfiere en la vida de Berny.
Hay
un tercer personaje, que es particularmente sombrío, en la trama de la
narración es una especie de catalizador de la acción, Ratatás, quien no
pertenece al mundo de Berny y Mabe, y quien al fin al cabo será la víctima
sometida virilmente por Berny, y traicionado por Mabe.
Los
personajes adultos, serán secundarios, los padres de Mabe: Agustín y Ofelia,
los de Berny Lorenzo y Fabiola y luego
Eugenia la empleada doméstica en casa de Berny y Valeria, la misteriosa alcahueta
y promotora de eventos. Todos ellos bajo la mirada de Berny serán apenas
caricaturas, modelos de lo que más adelante Mabe y él acabarián convirtiéndose
a no ser por el desenlace de la novela.
Por
su estilo de vida y status socioeconómico, y teniendo todo a la mano, se lanzan
al goce hedonista, incluso sin ninguna necesidad, casi como una travesura
juvenil venden drogas en su colegio, y se van dando situaciones una tras otra
en que se va construyendo la gran metáfora que gira en torno a esta novela: el
miedo al compromiso y el miedo a crecer.
El Miedo al Compromiso y el Miedo a
Crecer
Berny
y Mabe, inician una relación irregular en la que Mabe controla todo encuentro y
contacto, el rol de Berny es totalmente pasivo, y sin embargo el se cree “novio
de Mabe” cuando el padre de Mabe: Agustín inicia una relación con Fabiola madre
de Berny, este cree que ahora su “noviazgo” es incestuoso con su “hermanastra”
Mabe, cree todas las mentiras de Mabe, como lo de la supuesta “custodia” que
dictó un juez que obligaba a Mabe a vivir con su padre, cuando el lector riguroso
sabe perfectamente que hasta un niño de 10 años puede elegir libremente con
cuál de sus progenitores quiere convivir; luego la presunta pedofilia del padre
de Mabe y hasta un supuesto intento de violación contra ella, pero lo cierto es
que con su padre, Mabe tiene la libertad y los medios económicos para hacer lo
que desee, manejar un automóvil del año y tramitar la licencia de conducir
(¡sin necesidad de sacarse ni la foto!) entrar a los antros donde el dueño es
amigo de papá y beber gratis, y es en uno de ellos donde Mabe con su doble
moral profiere un memorable discurso sobre la decadencia de la sociedad
costarricense. Hacia el final ya no es posible saber si el hastío de Mabe es
auténtico o simplemente un desorden neuroquímico como advierte su madre. Hacia
el final Berny, en un delirio “freaky” arma las piezas sueltas de su propia
trama en una interpretación pueril y autojustificante.
Lo
cierto es que ambos personajes están atravesando una crisis, están en el límite
de su adolescencia y en el umbral de su mayoría de edad, el horizonte que
vislumbran es el mundo de los adultos que desprecian, las obligaciones
estereotipadas y los compromisos. Las “aventuras” de Mabe y Berny no deben ser
juzgadas en sí mismas, si no por su falta de sentido y de propósito. Donde algunos
han querido ver una denuncia llena de moralina sobre la “pérdida de valores” y
una “juventud descarriada”, es en realidad una metáfora sobre el momento en que
los hijos de papi deben decidir el resto de sus vidas, seguir sus pasos,
ponerse serios y en este caso Berny y Mabe deciden no crecer, deciden no
comprometerse, su futuro es ya una condena que no son capaces de aceptar.
“Bajo
la lluvia Dios no Existe”, tiene la virtud de estar escrita en un ritmo
vertiginoso y fluido que obliga a leerla de un tirón, recrea vívidamente y sin
aspavientos el habla coloquial; en este sentido sólo le reprochamos al autor
las innecesarias explicaciones sobre algunas palabras, las cuales se explican
por sí mismas en el contexto de la narración, y algunas descripciones algo tiesas,
como de catálogo, por ejemplo cuando describe la habitación de Mabe, pero estos
lunares no desmerecen la totalidad de la obra; la sentimos emparentada con
aquel genial cuento de Sartre “La infancia de un Jefe” o “Un mundo para Julios”
de Brice Echenique, pero completamente singular y autónoma. Con esta novela
Warren Ulloa da otro paso firme en su producción literaria, pero eso sí, lo
compromete todavía más con sus lectores y futuros trabajos.
Germán Hernández
Germán, me ha gustado mucho tu comentario pero discrepo en algunos detalles. Por ejemplo, me gustaría que me obsequiaras unas cuantas palabras sobre lo siguiente que has expresado:
ResponderEliminar"Donde algunos han querido ver una denuncia llena de moralina sobre la “pérdida de valores” y una “juventud descarriada”, es en realidad una metáfora sobre el momento en que los hijos de papi deben decidir el resto de sus vidas..."
No descarto del todo tu óptica, pero me gustaría saber por qué afirmás con certeza que no hay moralina y denuncia de pérdida de valores detrás del texto.
En ese sentido yo veo el texto muy ambiguo y creo que opta por ambas cosas: una confesión de fracaso de proyecto de vida y una denuncia (con moralina) de la pérdida de valores.
Tienes razón Alex, como todo texto vivo, en la novela de Warren se dan todos esos elementos, consciente o inconscientemente, moralina también.
ResponderEliminarLo que quise advertir, es que quien lea esta novela únicamente en clave de moralina, entonces neutraliza la novela, "apague y vamonos". Cuando en efecto, la novela en cuestión es eso y muchas cosas más y que admite muchas lecturas desde diversas perspectivas, por eso intenté abordarla desde esa arista medio sociológica (lo del lumpen) y lo psicológico existencial (el miedo a crecer) por ahí va la cosa.
Germán, tu reseña de la novela de Ulloa cae muy bien después de varias que levitan en todas direcciones sin decir mucho.
ResponderEliminarEl abordaje que el autor hace de la realidad está muy bien, en especial en el uso de un léxico propio de los adolescentes. Coincido con vos en que a partir de ahora Ulloa le debe mejor pluma a los lectores que lo han apoyado.
Aunque nos disguste el exceso de dosis a algunos, el realismo parece seguir siendo la estética que se lee más en Costa Rica, quizá porque la mayoría de los críticos y académicos lo promueven, a pesar de la necesidad e interés que alimentan otras corrientes también importantes.
Regresando a tu reseña, no veo en Mabe ninguna "especie de Lolita".
Saludos,
Gracias Haydée por tus comentarios. Me alegra saber que la reseña te fue de provecho. Y bueno, es verdad (yo tan condescendiente siempre) Mabe no es una lolita, es preferible dejarlo abierto, para no estereotiparla, en vista que es un personaje bastante más complejo.
ResponderEliminarYo comenté con el mismo Warren algo al respecto de algunas reseñas y comentarios a su libro, algunas me parecían puro sofismo. Pero vamos, en nuestro país la crítica literaria no ha pasado nunca de ser un comentario de solapa.
Saludos, y bienvenida siempre
Germán, gracias por el tiempo invertido en la lectura de la novela y por haber tenido la gentileza de haberla reseñado, muy agradecido estoy con vos, espero lo que hayás disfrutado, un abrazo enorme viejo.
ResponderEliminarFaltaba más Warren!!!
ResponderEliminarLa leímos con gusto, inolvidable la fiesta de cumpleaños de Mabe, y al escribir, olvidate del lector, y olvidate de tus propias intenciones... y luego me cuenta
Abrazote!!!