Portada de la primera edición de Telémaco. |
Telémaco es la segunda
publicación impresa y primera novela de Jessica Clark, a cargo de la Editorial
Costa Rica en 2007. Es al igual que Los Salvajes, un texto que se disfruta
intensamente y que está escrito con versatilidad y amplios recursos narrativos.
En ella, Clark nos ofrece además
un acercamiento deliberado en el ámbito de la ciencia ficción. Eso sí, habrá
que tener cuidado con la precomprención que el lector tenga de este género,
para que no sea una barrera que impida su gozo completo y con la cual la autora
da inicio a la trilogía “Crónicas traidoras” de la que ya está disponible en
inglés su segunda parte Sleeper Nine.[1]
Con la precomprención, nos
referimos en este caso a los prejuicios y preconceptos que el lector pueda
tener de la ciencia ficción, pues de muchas maneras Telémaco es una obra
innovadora en ese género, al mismo tiempo que es de una gran calidad literaria;
al mismo tiempo que exige del lector un compromiso, en vista que tendrá por su
cuenta que resolver y elaborar conjeturas e hipótesis alrededor de la trama de
la novela y participar directamente en su creación.
De no ser así, un ávido lector de
novelas de ciencias ficción, pero ingenuo, podría esperar a priori, un
argumento lleno de máquinas sofisticadísimas e inteligentes, civilizaciones
alienígenas, elaboradas descripciones sobre extirpes y casas de caudillos
intergalácticos librando alguna especie de batalla de connotaciones
escatológicas contra un antiguo y siniestro ser que encarna el mal y contra el
cual se librará una batalla definitiva para restaurar el orden y la paz del
cosmos, donde posiblemente, entre magia, adivinación y tecnología, la tensión
narrativa se sostendrá únicamente en su argumento y el ingenio y novedad de la
especulación científica. Por estas mismas razones, otro tipo de lector, que se
cree juicioso y entrenado para olfatear los libros, basado en su amplia
sapiencia pero sobre todo en sus prejuicios, de buenas a primeras esperaría lo
mismo que el primer lector, y al final desecharía, ingenuamente también, la
oportunidad de saborear una novela como Telémaco.
Portada de Sleeper Nine, edición en inglés de Telémaco |
Sospecho que esto ya ha ocurrido
de alguna manera con algunos lectores de Telémaco; después de el entusiasmo que
generó entre la crítica costarricense su primer libro Los Salvajes, y los
numerosos comentarios y reseñas a este, por el contrario, ante Telémaco , una
especie de silencio y desconcierto ha sido la reacción. A lo mejor, y Jessica
Clark se ha salido con la suya, y nos tome un poco más de tiempo asimilar mejor
su obra.
Telémaco, como ya indicamos es una
novela exigente (no difícil), que obliga a la lectura atenta y perspicaz del
lector, requiere su interacción para ir construyéndose los escenarios y
situaciones alrededor de esta, es el tipo de lectura que desafía, que se
desdobla y reelabora en la mente del lector, que tendrá que crear su propia
versión de los “hábitats” de las naves “Telémaco” y “Beowulf”, el papel de las “Casas”
y su hegemonía económica, así como el enigmático papel de los “Nueve”. Muchas
de estas cosas se explicarán en el desarrollo de la trama, pero la autora
también demandará del lector a cumplir su parte, pues muchas respuestas no están explícitas de un tirón, incluso muchas de ellas estarán
abiertas. Esto es algo que al lector perezoso y sin compromiso no le gusta,
prefiere que todo esté pre-digerido y explicado, necesita que le den todos los
detalles y antecedentes en lugar de tener que hacer el trabajo de ir hilvanando
y construyendo a partir de la lectura.
Portada de Loaded Nine, segunda parte la Bretrayer Saga. |
Más que divagar por los detalles
vistosos y al margen de los clises y
convencionalismos (que a veces hacen quedar mal a un género tan maravilloso
como la ciencia ficción), Telémaco no
cae en la trampa usual de las dicotomías del bien y el mal, en esta no hay
héroes ni villanos, y prefiere la riqueza y complejidad psicológica de unos
personajes singulares y mundanos, por eso Clark en lugar de describirnos al
grupo de los “Nueve”, como una especie de humanos mutantes con súper poderes
telepáticos, prefiere dejar abierta la incertidumbre sobre el grado de éxito y
fracaso de un experimento genético cuyos resultados son parciales, donde las
capacidades telepáticas de los “Nueve” juegan tanto a favor como en contra de ellos,
se ocupa más de su personalidad, de sus obsesiones, de sus virtudes y vicios,
los hace creíbles y humanos. Nos encontraremos con policías, manifestantes y
científicos, y familias influyentes y colonias espaciales, y en el meollo de
todo, un juego por el poder económico y los buenos negocios, nada puede ser más
familiar con el presente que esto. Y es por eso que en su visión del futuro,
Jessica Clark parece alertarnos que las cosas seguirán andando por los mismos
senderos que ahora.
De esta manera,
Telémaco nos hace un recorrido por el
interior y no por el exterior de sus
personajes, y sus intenciones nunca serán completamente claras, hasta que
lleguemos a un desenlace que permite una especie de empate y equilibrio entre
contendores, y una nave que divaga hacia su segunda parte, y que muchos lectores
esperamos disfrutar en su versión en español “Beowulf”.
Mientras esto ocurre, Jéssica
Clark continúa trabajando el cuento fantástico, y de ciencia ficción y recién
ha publicado la primer entrega de su saga “Daemonicon”, con “Diagonal”, de este modo, su universo
ficcional se amplía todavía más y nos ofrece un instante de bastedad en el
amplio universo de quien es posiblemente la más destacada autora costarricense
de los últimos años.
Germán Hernández
[1]
Jessica Clark tradujo al inglés y publicó en Kindle a Telémaco con el título Sleeper Nine y su
continuación Loaded Nine, bajo el seudónimo de Tessa MacCord, resta para
completar su Betrayer Saga la tercera entrega en la que actualmente trabaja.
Las puede encontrar aquí: Sleeper Nine, Loaded Nine.
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