13/3/18

Carlos Fonseca – Coronel Lágrimas




Sin duda, lo mejor de la novela es la perspectiva narrativa, una especie de observador voyeur, que acompaña a un anciano por el trayecto de su memoria y su deseo por fijar, como testigo de su siglo, la historia a la que siempre llegó tarde… o antes.

Desde un punto de vista plástico, el autor despliega su virtuosa habilidad mediante una prosa que describe postales, exactamente, como las que Maximiliano y el Coronel intercambian, todo en la novela es reconstrucción fotográfica.

Carlos Fonseca


Coincidimos entonces en que estamos ante la novela debut de un joven narrador poseedor de inagotables recursos retóricos, de un notorio bagaje erudito y, sin embargo, el resultado no convence.

El relato deviene en una monotonía casi somnífera, la construcción fragmentaria de la misma hace que las piezas del puzle sean todas iguales. En suma. No es más que exhibición virtuosa. Con tantos recursos a la mano, esperamos de Fonseca más vitalidad.

Germán Hernández



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